Uhura
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10 marzo, 2012 a las 22:23 en respuesta a: ¿Porque tantos escépticos no queremos tener hijos? #36834UhuraMiembro
Sigo el foro con interés sin considerarme, sin duda alguna, tan escéptica como la mayoría de ustedes. De hecho, mi pensamiento incluye fallas tales como para dejarme seducir por algunas cuestiones psicoanalíticas. Por eso tampoco aporta mucho el hecho de que diga que sí tengo hijos. Y por esa razón también me tomo el atrevimiento de compartir, en un foro como éste, un poema de Philip Larkin. Demás está decir que no representa mi manera de pensar y sentir respecto de la maternidad. No obstante, creo que podría ser interesante para ustedes. Y está escrito de una forma que considero tan bella, que preferí el original, en inglés, que alguna de sus versiones en castellano.
This Be the Verse
They fuck you up, your mum and dad.
They may not mean to, but they do.
They fill you with the faults they had
And add some extra, just for you.
But they were fucked up in their turn
By fools in old-style hats and coats,
Who half the time were soppy-stern
And half at one another’s throats.
Man hands on misery to man.
It deepens like a coastal shelf.
Get out as early as you can,
And don’t have any kids yourself.
UhuraMiembro@Xelnagath, son efectivamente dos temas distintos pero íntimamente relacionados. Caroline Lowel era la máxima defensora en su país del parto natural y casero, en el domicilio, con asistencia de una matrona y sin todo el aparataje clínico de un quirófano o una sala de partos. Proponía un «volver a lo natural» pero, a la vez, en clara oposición a una hiper-intervención médica que también puede ser iatrogénica. Mi intención es sólo señalar esto. Su muerte es más que elocuente respecto de los riesgos que entraña el parto domiciliario. Yo sólo señalé, en consonancia con lo que decía Nube, que las características del parto hospitalario pueden inducir a algunas mujeres a elegir la otra opción.
UhuraMiembroXelNagah, si el riesgo es de daño severo a la salud o de muerte, por baja que sea la probabilidad de ocurrencia, es claro que la opción más racional es el parto institucional. Pero creo que esto no debe clausurar la posibilidad de reflexionar y debatir respecto de que la atención que se brinda a la parturienta y al recién nacido en un contexto médico-institucional debe ser mejorada. Muchas de las mujeres que optan por el parto domiciliario lo hacen huyendo de ese tipo de atención invasiva y deshumanizada, donde se coloca a la madre como enferma y se le imponen decisiones contrarias a sus deseos y ritmos. La idea básica es que el parto no es una enfermedad y la medicina trata a la madre como a una enferma. El respeto de la madre debe estar presente a lo largo de todo el proceso. Si esto fuera así, es probable que muchas menos mujeres optarían por el parto domiciliario.
UhuraMiembroNube, creo que lo que vos comentás es muy atinado. Yo opto por un parto humanizado, en el que se respete el protagonismo de la madre, sus ritmos y deseos pero en el contexto de un hospital o una clínica. A mi juicio, entre el parto domiciliario y el parto institucional, esta última opción es la mejor, básicamente porque permite que la medicina intervenga cuando es necesario pero creo que nunca debe perderse de vista que el parto no es una enfermedad. Como bien señalás, en una clínica la parturienta se convierte en paciente y desde ese lugar se la somete a ella y al recién nacido a maniobras invasivas e innecesarias. Por eso entiendo a las personas que, como Caroline, optan por parir en su casa, aunque los riesgos están a la vista y yo jamás los correría.
Yo tuve a mi último hijo hace cuatro años en una clínica privada, nació en la semana 41, goteo mediante y ya en pleno trabajo de parto y con dilatación suficiente, la partera me dijo que teníamos que esperar a que llegara mi obstetra «porque a él no le gustaba que le terminaran los partos». Es obvio mencionar que una licenciada en obstetricia está en perfectas condiciones para hacerse cargo de la situación, sin la presencia del médico. Este tipo de situaciones se dan hoy en día y no debieran suceder y la verdad es que en ese momento, una no está en las mejores condiciones de elegir.
UhuraMiembroContra lo que opiné en otro post cuando surgió el tema por primera vez, creo que voy a empezar a inculcar en mis hijos el escepticismo y el pensamiento crítico desde esta navidad, en especial porque mi hijo de seis años me dijo lo siguiente: «a Papá Noel le voy a pedir la Play, así vos no tenés que gastar plata». Me estará caminando?
UhuraMiembroYo tiendo a pensar al agnosticismo como una variante menos radicalizada dentro del ateísmo. Prefiero definirme como agnóstica porque nada puedo decir sobre la existencia o inexistencia de dios… ni me importa; no tiene la menor relevancia en mi vida. El ateísmo normalmente es más combativo; yo no me identifico con un ateísmo militante. Lo único que no quiero es que quienes sí creen me impongan normas acordes a su ética religiosa y creencias personales.
UhuraMiembroPensando un poco en las características del autismo se me ocurre pensar que el déficit que suelen tener en el pensamiento abstracto podría incidir en su capacidad para comprender la idea de Dios. También les resulta difícil entender el lenguaje figurado y las metáforas, lo cual también podría alejarlos de la religiosidad, al menos en lo que a ritos se refiere. Me acuerdo haber leído hace poco en Internet un trabajo en el que citaban el testimonio de una paciente autista que decía que se veía forzada a convertir las ideas abstractas en imágenes para poder entenderlas. Decía, por ejemplo, que no llegaba a entender la oración del Padrenuestro hasta que lo desarticuló en imágenes concretas. Para entender la idea del “poder y la gloria de Dios” se imaginaba un arcoiris y una torre de transmisión eléctrica.
No sé, de todos modos, si éste es el caso estos AFF, siendo los cuadros más leves dentro de lo que hoy se suele llamar el espectro autista.
UhuraMiembroNo sé si entiendo exactamente lo que planteás así que corregíme si lo que te contesto no se ajusta a lo que querés.
Si la elección es entre una perfección ilusoria y una imperfección real, creo que la antítesis entre perfección-imperfección pesa menos que la antítesis entre ilusión-realidad… Y yo elegiría sin duda la realidad, por más imperfecciones que tenga. Si el planteo implicara la no-conciencia de lo ilusorio de esa perfección, quizás mi respuesta sería distinta porque creería estar viviendo una vida perfecta y ahí mi creencia y mi realidad coincidirían… Pero vivir experiencias perfectas sabiendo que son pura ilusión no me parece deseable: sería aceptar una felicidad venida a menos, cualitativamente empobrecida por no ser real, con la amenaza de que lo imperfecto pudiera aparecer en cualquier momento a arruinar todo… porque es todo una ilusión.
UhuraMiembroDaneel, concuerdo con la idea de que si placebo es equivalente a la nada, es preferible la nada y me parece que esto es algo sobre lo que habría que concientizar a los médicos, suponiendo que el recetar un placebo sólo obedeciera a su decisión voluntaria (sabemos que hay muchos intereses en juego). Ahora bien, me parece que cuando se analiza el placebo desde el punto de vista del paciente, la cosa puede cambiar… No todos los pacientes son como los escépticos de este foro
Hay mucha gente que necesita que alguien le asegure que poniéndose bajo la lengua tres gotitas de este líquido transparente tan parecido al agua, va a sentirse mejor… y resulta que se siente mejor, incluso sin importar qué pasó con los síntomas, si se atemperaron, si remitieron o no. La sugestión genera la sensación de bienestar. El bienestar subjetivamente experimentado no es una ilusión; la ilusión es la curación, la remisión concreta de los síntomas. Y a veces este estado anímico positivo también influye favorablemente sobre lo orgánico.
Creo que los riesgos de un placebo están en que reemplacen a un tratamiento verdadero y le quiten al paciente la posibilidad de recibir un tratamiento real y de eficacia probada contra su enfermedad pero quizás haya usos menos censurables. Entiendo que es difícil establecer una línea demarcatoria que establezca qué es válido y qué no… Lo voy a seguir pensando.
UhuraMiembroKay dijo:
Pensando un poco en lo que dijo Sir Arquímedes sobre las relaciones con la gente que nos rodea (y la idea de charlarlo todo acá para unificar), tenía ganas de preguntarles lo siguiente:
¿Qué piensan con respecto a decirle a un chico que en Navidad Papá Noel traerá regalos y que en Enero lo harán los Reyes Magos?
Yo siempre tuve esa pregunta en la cabeza, y si bien no está en mis planes ser padre en un futuro cercano, tengo un sobrino de 2 años que seguramente dentro de poco estará preguntando sobre estas cosas.
Seguramente yo me quedaré con lo que le enseñen los padres, y ellos seguro mantendrán las tradiciones, no por religiosos, sino por costumbre.
Me gustaría saber que piensan ustedes al respecto.
Qué tema… inculcar escepticismo a los chicos sin arruinarles esas ilusiones de la infancia. Yo no encuentro demasiado grave sostener la existencia de Papá Noel y Los Reyes durante algún tiempo. No sé si lo hago por ellos o por mí. Cualquiera que haya visto la cara de satisfacción de un chico abriendo sus regalos de Navidad, creo que me lo perdonaría.
También es cierto que el pensamiento mágico infantil lo permite, aunque es llamativo cómo pueden coexistir ese pensamiento con otro donde prima más el criterio de realidad. Mi hijo mayor cree en la existencia de Papá Noel pero advierte cosas incongruentes, que no le cierran. El año pasado mi sobrino se disfrazó de Papá Noel y mi hijo lo vio de lejos, a través de una ventana, emocionado, mientras los adultos presentes decíamos: «Llegó Papá Noel, te trajo los regalos!». En el momento estuvo feliz, abrió los regalos, jugó un montón y no dijo nada pero al día siguiente, al contar lo sucedido la noche anterior, dijo: «Una amiga de mamá se disfrazó de Papá Noel y me dejó los regalos». Claro, él vio algo raro, mi sobrino mide 1,50 -no se dio cuenta que era él pero no le pareció la contextura física de Papá Noel-, debe haberse dado cuenta que tenía una de esas clásicas máscaras de látex y no le cerraba… Pero eso no conmovió su creencia en Papá Noel. Pienso que es esa etapa en la que el deseo de seguir sosteniendo la ilusión entra en conflicto con la realidad. O quizás esté tratando de mantener mi ilusión de que aún cree
En cualquier caso, creo que no hay que acelerar un proceso que solo se va a dar.
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