Pensamiento CríticoEscepticismo

Mayéutica (o cómo debatir sin terminar a los golpes)

¿Si alguien no valora la evidencia, qué evidencia le podrías aportar para que la valore?

Sam Harris
Mayéutica Conversación

Vivimos en un tiempo excepcional: nunca antes en la historia de la humanidad habíamos estado tan conectados. Basta una leve discusión con una tía que no vemos hace un tiempo o un posteo de un chiste aparentemente inocente en redes sociales, para darnos cuenta de que necesitamos una forma más crítica y eficiente para comunicarnos y transmitir nuestras ideas.

A continuación les dejo mi interpretación en formato de “manual” sobre el método socrático, o más específicamente su versión más moderna “Street Epistemology”, que nace de la necesidad de entendernos mejor a nosotros, a los demás y al mundo que nos rodea.

Epistemología callejera / mayéutica:

Es una técnica conversacional cuyo objetivo es ayudar a alguien -o a nosotros mismos- a poner en foco y analizar la validez de una creencia comparándola con la realidad de manera no confrontacional y analítica.

Paso 1: Construir una relación con tu interlocutor

Para comenzar el intercambio, lo mejor es entablar una conversación buscando puntos en común que le deje claro al otro que no somos confrontacionales. Mientras más sinceros seamos demostrando interés en el interlocutor, mejores resultados vamos a tener.

Por ejemplo:

  • Si nos encontramos en una cena familiar, hablamos de lo deliciosa que está la comida.
  • Si nos encontramos en una universidad, hablamos de lo buena que es la carrera que el interlocutor está cursando.

Paso 2: Identificar el objetivo

Es momento de encontrar el tópico sobre el que vamos a trabajar en toda la sesión.

Por ejemplo:

Interlocutor: – “Dios es real y la biblia lo demuestra.”

Interlocutor: – “El tarot funciona, y me salvó la vida.”

Paso 3: Identificar el nivel de confianza

Preguntar al interlocutor cuán seguro está de que su creencia es real y verdadera, en lo posible de cero a cien.

Cero seria «no tengo nada de confianza, no creo» y Cien sería «creo más allá de cualquier duda.»

Esto nos provee de una herramienta para medir si la persona cambió su postura respecto a su creencia con el paso del tiempo, o bien a lo largo de la conversación.

Atención: esta pregunta podría ser contraproducente y no es una parte vital de la estructura de este método. Usar cuando la situación y tu interlocutor muestren predisposición.

Paso 4: Identificar el método utilizado para llegar a la afirmación

Preguntar ¿Cuál es la principal razón por la que crees en esa “creencia”?

A veces la respuesta no es una sola razón, sino varias, en este caso, hay que identificar la más importante, y trabajar específicamente con esta razón primero, luego se puede trabajar con el resto a lo largo de la charla.

Por ejemplo:

Interlocutor: – “Dios es real y la biblia lo demuestra

Interlocutor: – “Yo siento que la energía del reiki fluye por mis manos”

Interlocutor: – ”El tarot funciona, lo sé porque me salvó la vida

Paso 5: Repetir y aclarar

Repetimos exactamente la idea resumida de argumento principal que sostiene la creencia de nuestro interlocutor.

Este paso es crucial ya que evita malas interpretaciones y ayuda profundamente al interlocutor a asegurarse de que está siendo escuchado.

Por ejemplo:

Interlocutor: – “Yo siento que la energía del reiki fluye por mis manos”

Yo: – “¡Que interesante! Quiero asegurarme de que estoy comprendiendo, lo que me contás entonces es que, para vos, el reiki funciona por una sensación corporal que te genera”

Interlocutor: – “Dios es real y la biblia lo demuestra”

Yo: – “Entonces para aclararme porque no quiero malinterpretar, me decís que tu principal razón para creer en Jesús es la existencia de un libro que lo afirma (la biblia)”

Paso 6: Hacer preguntas que cuestionan la fiabilidad de su método

Aquí es donde aplicamos el método de cuestionamiento socrático, es momento de realizar preguntas clave que llevan al interlocutor a cuestionar sus creencias.

La lista de preguntas que podrías realizar en este caso es bastante extensa, y depende del planteo del interlocutor.

Por ejemplo:

Interlocutor: – “Yo siento que la energía del reiki fluye por mis manos”

Yo: – “Si dejaras de sentir la energía fluyendo por tus manos, ¿cambiaría tu confianza en el reiki?”

Interlocutor: – “Dios es real y la biblia lo demuestra

Yo: – “¿Si la biblia no existiera, o fuera demostrado para tu satisfacción que es falsa, ¿dejarías de creer en Dios?”

Paso 7: Lidiar con la verdad

  • Si la respuesta al paso 6 es No (o sea que el interlocutor seguiría creyendo) entonces esta no es la razón principal por la que nuestro interlocutor mantiene su creencia, por lo que deberíamos repetir el paso 3.

Por ejemplo:

Interlocutor: – “Yo siento que la energía del reiki fluye por mis manos”

Yo: – “Si dejaras de sentir la energía fluyendo por tus manos, ¿dejarías de creer en el reiki?”

Interlocutor: – ”No, el reiki es algo que va más allá de nuestro cuerpo efímero”

Yo: – “¿Entonces cuál es la principal razón por la que crees en el Reiki?” (paso 3)

  • Si la respuesta al paso 6 es (o sea que si dejaría de creer) preguntamos cómo podemos saber que su método es fiable.

Por ejemplo:

Interlocutor: – “Yo siento que la energía del reiki fluye por mis manos”

Yo: – Si dejaras de sentir la energía fluyendo por tus manos, ¿dejarías de creer en el reiki?

Interlocutor: – “Sí, dejaría de creer pero eso solo sucedería en un milagro”

Yo: – ¡Que interesante! Entonces contame ya que estoy intrigado ¿Cómo podríamos saber que tu sensación es real, y no fruto de tu imaginación o placebo?

Paso 8: Cerrando la conversación

Si le preguntaste a tu interlocutor cuál era el nivel de confianza en su creencia de 0 a 100, este sería el momento ideal para preguntar, considerando lo que hablaron, si sigue estando cómodo, o si sigue siendo lógico en esa misma cifra.

Si no le preguntaste a tu interlocutor su nivel de confianza, sería el momento ideal para preguntar, si sigue sintiendo el mismo nivel de confianza en sus creencias y si le parece interesante cuestionarse para saber si sus creencias son tan verdaderas como parecen.

Paso 9: Evaluación

Evidencia de éxito:

  • El interlocutor disfrutó la conversación y la encontró iluminadora
  • Lograste una o más aporías en el interlocutor
  • Las dos partes demuestran interés de conversar en otra ocasión
  • Tu interlocutor bajó la cifra en la que confiaba en su creencia

Evidencia de que aún falta practicar:

  • Discusión o elevación del tono de voz
  • Una (o más) de las partes muestra frustración
  • Una (o más) de las partes se siente no escuchada
  • Una (o más) de las partes se arrepiente de haber tenido la conversación

Nunca nadie cambia de opinión, frente a las cámaras

Daniel Dennett

Resumen: Escuchá, resumí, preguntá, mirá:

Pequeño resumen muy útil para aprender y siempre tener a mano del proceso hasta ahora.

Escuchá: prestá atención a lo que están intentando expresar, sin dejarte llevar por la selección de palabras que elijan, y tratá de obviar ofensas si se presentan. Siempre intentá volver al corazón del cuestionamiento.

Resumí: repetí con palabras resumidas y concretas lo que entendiste de lo que dijeron, si te corrigen, mejor aún, ellos saben que los estás escuchando y los dos tienen bien claro el tema en cuestión, sin ofenderse.

Preguntá: hacé preguntas que cuestionen la viabilidad del método que el interlocutor usa para llegar a la conclusión, mientras más fáciles de interpretar sean, mejor. Pro tip: No enfocarse tanto en si son verdad o no, sino en cómo llegaron a esa conclusión.

Mirá: observar y comprender la situación es tan vital como las preguntas en sí.

Si tu interlocutor escuchó tu pregunta, y no responde, o mira el piso y queda regulando, está pasando por lo que se llama “aporía”; un momento de cuestionamiento y dificultad lógica, un indicio de que estás en un excelente camino hacia el pensamiento crítico, en la mayoría de los casos este es el mejor escenario posible, y muchas veces es recomendable terminar la sesión en ese punto, y darle a la persona tiempo para procesar y entender.

Características personales recomendadas para tener buenos resultados:

Un buen practicante de esta técnica le presta atención a su actitud y comportamiento, se demuestra humilde y abierto, y jamás emite juicio negativo ni tiene una actitud condescendiente con su interlocutor.

Uno de los aspectos más complicados de esta metodología es que nos tentamos a responder con hechos y argumentos lógicos y nos dejamos llevar por las ramas de lo que nuestro interlocutor dice. Es imperante para convertirse en un buen comunicador, saber cuándo y cómo volver al centro de la discusión. Es ciertamente tentador refutar opiniones con hechos, sin embargo la técnica epistemológica no funciona de esa manera.

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