PabloDF
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PabloDFMiembro
Mi cuestionamiento se refiere exclusivamente a las ideas de la mayoría de los ufólogos (o todos, pero eso no puedo asegurarlo), que de ninguna manera están haciendo ciencia ni nada parecido: que los OVNIs son naves espaciales extraterrestres, los extraterrestres son humanoides o pueden adoptar un aspecto humanoide, y nos visitan constantemente, con mensajes triviales como que “hay que cuidar el medio ambiente” o “sean buenos unos con los otros”. No puedo negar la posibilidad de que existan extraterrestres, en general, o que puedan visitarnos. Mientras no nos visiten, sin embargo, creer en ellos no tiene sentido (lo que no quiere decir que no debamos intentar buscarlos o detectar su presencia).
No sé qué tiene que ver con esto la falibilidad de la ciencia y el principio de autoridad. No hay ningún científico serio que crea que las alucinaciones de los ufólogos sean el principio de una posible hipótesis científica. Se puede partir de una especulación, pero incluso esa especulación tiene que tener algún asidero, y aquí no lo hay.
PabloDFMiembroSi algo es verdaderamente indetectable, ¿qué diferencia hay entre eso y que no exista? Al menos para su uso en tecnología, quiero decir. Los paradigmas de la ciencia no pueden ampliarse para incluir lo indetectable… para eso ya tenemos la religión. PabloDF
MiembroSaibaba: conste que no he dicho que la cantidad de energía implicada o la limitación de la velocidad de la luz sean “el mejor argumento”. Sólo digo que para mí, personalmente, es un argumento a priori suficiente. Por otro lado, todo lo que decís con respecto a las modalidades de viaje es cierto, pero no concuerda con la idea de que los extraterrestres sean humanoides y vengan en naves pequeñas similares a platos, en cantidades ridículas y con una frecuencia imposible, y se vayan sin dejar rastro ni intentar comunicarse (más que con gente aislada y con imaginación desbordante).
4 abril, 2011 a las 01:01 en respuesta a: Terremotos, tsunamis, apocalipsis nucleares y otras yerbas (parte 2) #31279PabloDFMiembroCon gusto, aunque todo esto está en la Wikipedia con mayor detalle. La escala de magnitud de momento se basa en la cantidad de energía total liberada por el terremoto. Esta cantidad de energía (que se llama “momento sísmico”) se calcula a su vez multiplicando tres factores, que son la deformación de las rocas, el área de ruptura de la falla y el desplazamiento promedio de dicha área. Para calcular la magnitud, se hace el logaritmo en base diez del momento sísmico y se lo normaliza con un par de constantes. Como la escala es logarítmica, un terremoto de magnitud 8 libera diez veces más energía que uno de magnitud 7 (y diez mil veces más que uno de magnitud 4).
PabloDFMiembroSaibaba: creo que hay una confusión de expectativas. La ciencia no tiene la carga de la prueba acá, porque la ciencia no ha afirmado nada. No tiene la obligación de desarrollar una teoría o explicación sólida, convincente, coherente, sin fisuras, sobre el fenómeno de las abducciones (aunque sería muy interesante tenerla) porque no es un fenómeno, es apenas un testimonio personal. Si los supuestos abducidos presentaran algo tangible como prueba, o un perfil psicológico verdaderamente inusual (algo no visto nunca en casos de trastornos psicológicos conocidos), entonces sí se podría pedir que la ciencia explique. Al menos ésa es mi opinión; ninguna historia de “abducidos” me resulta realmente curiosa o misteriosa.
17 marzo, 2011 a las 18:01 en respuesta a: Predicciones de revoluciones mundo árabe y terremoto de Japón #31200PabloDFMiembroUna idiota jugando con un programa de astronomía lo predijo: http://www.youtube.com/watch?v=95zMdTvoqcQ
Tiró al aire una de esas generalidades que tienen cierta probabilidad de resultar ciertas y que si no ocurren nadie recordará, y le acertó.
PabloDFMiembroLo que dijo Abby. PabloDF
MiembroFranky: Es terrible lo que contás pero lamentablemente no me sorprende. Que un ingeniero industrial no sepa de física y química lo suficiente para darse cuenta que la homeopatía no funciona es más o menos como me pasa a mí, que trabajo con estadísticos que no reconocen el sesgo de confirmación y creen en la astrología y los sueños premonitorios. Y hay una reacción muy fuerte contra el pensamiento crítico en nuestra sociedad. Hay gente que no tiene interés financiero ni personal en la homeopatía o la astrología o similares pero cuando hablás en contra de esas cosas se ponen como locos a la defensiva, como si les hubieras insultado a la madre.
PabloDFMiembroAlejandro: la verdad, no te sigo. Con respecto únicamente a las abducciones (que es el tema que no ocupa) parece obvio que son experiencias psicológicas subjetivas y que no tienen nada que ver con seres o fenómenos externos a la psique del propio sujeto. No creo que haya nada en las abducciones que podamos llamar «misterioso», a la luz de lo que la ciencia ya nos ha dicho sobre cómo podemos autoengañarnos. Con respecto a Dios y la Virgen, no me animo a afirmar nada, puesto que no he tenido oportunidad de conocer a uno ni a la otra, pero habría que ver si las personas que dicen haber sido abducidas eran en promedio más o menos creyentes que la población en general, supongo, para probar tu hipótesis.
PabloDFMiembroLlego un poco tarde pero quiero redondear la idea de DrGEN. La libertad de elegir existe, pero el Estado (al menos el Estado como casi todos lo concebimos y lo queremos hoy, dejando de lado libertarios, anarquistas y similares) también tiene la obligación de proteger a sus ciudadanos de ciertos peligros, como por ejemplo los fraudes. El Estado no permite ciertas prácticas financieras porque están destinadas a confundir y estafar. Con mucha más razón el Estado no puede permitir prácticas que se hacen pasar por medicina, donde lo que está en riesgo es la salud y la vida del ciudadano, en vez de “sólo” su dinero. El Estado no prohíbe que uno tome agua sola y se crea que está tomando un medicamento; lo que prohíbe es que alguien publicite y busque legitimación social y legal para esa creencia absurda y peligrosa.
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