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Una multitud de nuevos planetas.

A diferencia del Hubble, cuya versatilidad le permite observar las galaxias más lejanas conocidas,  tomar mapas de Plutón o capturar una colisión entre asteroides, el Telescopio Espacial Kepler fue diseñado específicamente para una única tarea: buscar Planetas. Y como un experto en su discreto campo de acción, es excelente en lo que hace. Tal es así que hace unos días y utilizando sólo datos obtenidos en sus primeros 4 meses de funcionamiento, tenemos más de 1200 candidatos a planetas extrasolares.

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Se puede usar el tránsito para detectar un planeta...

Kepler apunta constantemente a unas 150.000 estrellas en nuestra galaxia que representan 1/400 del cielo nocturno buscando pequeños parpadeos en la luminosidad. Ese parpadeo puedo significar que algo se interpuso entre la estrella y el detector; si puede observarse periódicamente, es muy probable que ese algo sea un planeta. A partir del período orbital luego se puede deducir la distancia al a estrella utilizando, justamente, las leyes de Kepler; el tamaño se deduce por la cantidad de luz bloqueada; y la masa puede estimarse midiendo el efecto gravitacional (bamboleo) de la estrella.

Este método tiene dos limitaciones principales. La primera es la sensibilidad de los detectores. Cuanto más sensibles y precisos, más pequeños son los cambios de luminosidad que pueden detectarse y, por lo tanto, más pequeños son los planetas que pueden descubrirse. Kepler es suficientemente sensible como para encontrar un planeta del tamaño de la Tierra y lo ha demostrado encontrando un planeta sólo un 40% más grande que el nuestro, así que por eso no hay que preocuparse. Sin embargo hay otra limitación mayor: sólo puede encontrar planetas que pasen frente a su estrella. Esto significa que aún si todas las estrellas observadas tuvieran planetas, sólo podríamos saber de su existencia en una pequeña porción de ellas. Por suerte, existen métodos estadísticos para estimar esa proporción y extrapolar los resultados con confianza.

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... o su efecto en la velocidad radial de la estrella. Nótese que no es que el planeta rote al rededor de la estrella, sino que ambos rotan al rededor del centro de gravedad del sistema (que puede estar dentro de la estrella)

Todo esto nos lleva a los más de 1200 candidatos que anunció la NASA. Hasta ahora el número de planetas extrasolares era algo superior a 500. Voy a repetir esto para los que no estaban prestando atención allá en el fondo: en 2 años, usando datos recolectados sólo durante 4 meses, Kepler encontró más del doble de planetas que los descubiertos en 15 años de observación terrestre (el primer exo-planeta, Belerofonte, fue descubierto en 1995). La misión está diseñada para durar 3 años y medio, por lo que nuestro entendimiento del universo está a punto de explotar…

Quizás más sensacional sea que 68 de esos planetas tienen aproximadamente el tamaño de la Tierra, 56 están en la zona habitable de los cuales 5 tienen un tamaño terrestre. Pero no hay que descartar los 49 restantes ya que las llamadas “súper-tierras” no son necesariamente hostiles con la vida y los planetas jovianos pueden tener lunas habitables. Claro que, aún cuando un planeta esté en la zona habitable, no significa que tenga vida. Tanto Venus como Marte están a la distancia justa del Sol para tener agua líquida en la superficie; sin embargo por su características atmosféricas Venus es un horno con 400ºC a la sombra y Marte es un desierto helado con casquetes polares de hielo seco. La composición y masa de la atmósfera es un factor nada trivial que afecta la habitabilidad de un planeta. Pero al tener más datos, los astrónomos y astrobiólogos pueden darse una idea de cuán comunes son los planetas similares al nuestro, un factor que interviene en la famosa Ecuación de Drake y en las posibilidades de encontrar vida extraterrestre. También sirve para afinar los modelos de formación planetaria.

Kepler muy probablemente va a revolucionar nuestro entendimiento del universo – sólo hay que esperar. Para estar seguros de que la señal observada es un planeta, los astrónomos necesitan 3 tránsitos. Esto significa que si Kepler estuviera en un sistema solar alejado mirando hacia nosotros, tardaría más de 3 años en descubrir la Tierra. Cabe preguntarse si los astrólogos actualizarán sus cartas astrales para tener en cuenta todos estos nuevos cuerpos celestes o si se podría usar la diferencia entre éstas y los datos empíricos para encontrar nuevos planetas.

(Gracias a leox por postear esta noticia en el foro y gracias a la JREF por el millón de dólares que me gané por haber predicho esto –o algo parecido- en el episodio 3 de Pienso, luego Dudo)

Un comentario en «Una multitud de nuevos planetas.»

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