Esta es la animación 3D que más me ha impactado, además, por cierto las que recrean a Brad Pitt en Benjamin Button
Sin embargo, es siempre notable que existe cierta sensación de molestia al ver animaciones de humanos tan realistas.
Los cineastas luchan desesperadamente junto a sus técnicos y diseñadores 3D para mejorar mediante la iluminación y «maquillar» la escena en un esfuerzo por esconder este desagradable efecto.
El fenómeno llamado Uncanny Valley es una enorme controversia hoy en día entre los círculos de animadores 3D.
Uncanny Valley significa algo como «El Valle Chocante» Es un fenómeno de alteración en la pareidolia relativo a la similitud o disimmilitud de un diseño 3D a la figura humana.
Por ejemplo, el robot de la peli Cortocircuito, o su hijito actual, Wall-E, o el Omnibot 2000 resultan agradables, pero en cuanto los robots tienden a sofisticarse para parecer más humanos, esa sensación de simpatía comienza a decaer hasta finalmente producir repulsión, como en ciertos prototipos con rostro de latex y pelucas, hechos por nipones, que de verdad dan escalofíos.
El fenómeno no es exclusivo de la tecnología robótica, sino también ocurre en la animación 3D. Por ejemplo, Shrek nos encantó como ogro, pero en cuanto se tansformó en humano, no era tan agradable, pese a que realmente lo hicieron bastante buen mozo. Y ni que hablar de Beowulf, rostros y cuerpos casi perfectos… pero ese «casi» es lo que los hace caer en ese valle chocante.
Parece ser que la técnica de simulación es carente de algo que la vida sí tiene, y una simulación casi perfecta anula el efecto de pareidolia, pues la similitud es extrema, pero al carecer de vida, la percepción humana es algo similar a contemplar un cadaver que nos habla.
Medianamente esa es la dinámica sicológica que ocurre cuando la pareidolia se acaba y comienza lo explícito.
Y se ha dado llamar valle por esta gráfica del fenómeno que contiene un valle en el que caen estas criaturas antropomórficas sintéticas.