Re: La ‘sobredosis’ homeop

#34053
Anónimo
Inactivo

Me parece que estamos dando muchas vueltas sobre algo que no tiene mucho sentido discutir.

Es obvio que “el suicidio homeopático” no es un experimento científico de la misma manera que tirar a tu suegra de un tercer piso para demostrarle la atracción gravitatoria tampoco lo es. Pero ambas experiencias tienen base de sentido común: el sentido común de tu suegra diciéndote que estás trastornado y que ni loca se presta a semejante vivencia es más que suficiente; el sentido común de saber que si una sustancia hace verdaderamente efecto al ingerirla, entonces un exceso de ingesta tiene que manifestarse de algún modo, también es más que suficiente.

Cuando la gente va al médico y este le prescribe un medicamento no espera que el farmacéutico le haga una experiencia con doble ciego y control del efecto placebo para ingerirlo. Espera, eso sí, que haya suficientes garantías, dentro de ciertos parámetros, como para tenerle confianza al medicamento. Si el médico le prescribe cianuro y conoce al menos algo de esta sustancia, el sentido común del enfermo o del farmacéutico en última instancia hará que se denuncie al médico.

La diferencia con una receta homeopática estriba en que las personas conocen mucho más sobre el efecto del cianuro, aunque no conozca la sustancia, que sobre la homeopatía: por charlatanería apegada a una no siempre disimulada búsqueda de lucro con poco esfuerzo la homeopatía goza de un prestigio que no tiene, y para llegar a estas conclusiones ni siquiera hace falta experiencias que avalen. De la misma manera que no hay que hacer experiencias para demostrar que una ingesta de sales de potasio te llevaran a la muerte: se saben mecanismos fisiológicos y rutas bioquímicas suficientemente probadas como para poder predecir qué pasará si te tomas una buena cantidad de potasio y esto es parte de una teoría, poder predecir.

Con solo saber que los remedios homeopáticos son diluciones donde tiene más peso una posible mugre de la probeta que lo que se diluyo o saber que se pretende que el agua tiene memoria a la vez que se pretenda que olvida toda la mugre en la que estuvo, es suficiente como para rechazarla por falta de sentido común -el mismo que esgrimió mi suegra cuando la quise tirar por el balcón-, y es bueno que se ralicen “experiencias” tales como el suicidio homeopático para despertar a los que todavía la charlataneria no les lavó el cerebro. Que un señor homeópata luego salga a decir que no es un experimento científico tiene el mismo valor de crítica que un tratante de blanca criticando a la prostitución.