Re: Expresiones no-escépticas
Motonet dijo:
Cuando empecé a cantarle a mi hijo «Qué linda manito» tuve un momento de duda sobre el verso que dice 2preciosa y bonita que dios me dió». Así que primero opté por decir «que Darwin me dió», pero como en verdad no fué Darwin directamente ni la canto ya.
Cuando uno tiene hijos se plantea un interesante problema porque uno no siempre es consciente de lo que transmite. Yo suelo entrar en contradicciones involuntarias porque, si bien ya le he dicho a mi hijo mayor que no creo en dios, evidentemente no lo desterré de mi lenguaje. Hace poco me sorprendió escucharlo decir: «Dios santo y la Virgen!», exclamación que reconocí como propia y que no tengo registro de haber dicho delante de él y me causó gracia oírsela decir. Desde ese momento empecé a cuidar más mis invocaciones divinas.
También es cierto que ese tipo de frases en el uso cotidiano están desprovistas del sentido religioso original y que, según el contexto,hasta pueden tener el sentido de una buena puteada. También fue mi hijo mayor, de seis años, el que hace un tiempo vino, indignadísimo, a acusar a su hermano menor, con estas palabras: «Mamá, Ramiro me dijo: ¡Por Dios!!!». Nuevamente me ví reflejada y me dí cuenta cuánto uso la frase y en qué contexto: cuando me enojo por algo -mis hijos me dan ocasión de hacerlo cada 3 o 4 minutos – y evidentemente en reemplazo de alguna frase de tono bastante peor