Psicoanalistas lacanianos logran censurar un documental sobre autismo
El texto que sigue es traducción de un post invitado de Maarten Boudry en el blog Rationally Speaking, del filósofo Massimo Pigliucci. Trata de la supresión por vía judicial de un documental, El muro, sobre la visión del autismo en el psicoanálisis. El artículo original se titula Tear Down The Wall: Psychoanalysts Suppress Documentary on Autism. Lo publicamos sin más comentario, con permiso del Prof. Pigliucci.
Maarten Boudry es filósofo y estudioso de filosofía de la ciencia. Ha investigado la estructura de la pseudociencia, el conflicto ciencia-religión, el escepticismo, el naturalismo científico y las implicancias filosóficas de la teoría de la evolución. Es co-editor, junto con Massimo Pigliucci, del libro (próximo a aparecer) The Philosophy of Pseudoscience: Reconsidering the Demarcation Problem.
Derriben el muro: Psicoanalistas suprimen documental sobre autismo
por Maarten Boudry
El documental francés El muro (Le mur), que critica las posturas del psicoanálisis sobre el autismo, ha causado cierta conmoción en los últimos meses, incluso llegando a ser mencionado en The New York Times. Francia es uno de los últimos bastiones remanentes del psicoanálisis, la teoría y terapia creada por Sigmund Freud y desarrollada por sus incontables acólitos. En la mayor parte del mundo anglosajón, la influencia del psicoanálisis ha disminuido en forma continua durante las últimas décadas (salvo en las humanidades y los estudios culturales), pero la salud pública y los departamentos académicos de psicología de Francia siguen aún dominados en gran medida por el psicoanálisis, en particular por los seguidores del carismático Jacques Lacan, quien fuera uno de los blancos principales del libro Imposturas intelectuales de Alan Sokal y Jean Bricmont. En la mayor parte de los demás países, diferentes variantes de la terapia cognitivo-conductual (TCC) se consideran el tratamiento estándar para el autismo (y otras afecciones psicológicas). Los psicoanalistas franceses continúan resistiéndose a ella, porque la consideran (falsamente) como una forma terapéutica reduccionista que se enfoca exclusivamente en el cambio de conducta y pasa por alto la dimensión subjetiva de la enfermedad psicológica. En El muro vemos a varios psicoanalistas explicando el comienzo del autismo, una condición neurológica con un importante factor hereditario, en términos de dramas edípicos no resueltos y de conflictos intersubjetivos.
Tres de la docena, aproximadamente, de analistas que aparecen en El muro (Alexandre Stevens, Esthela Solano y Eric Laurent), los tres de la facción lacaniana, han demandado a la realizadora Sophie Robert por difamación, argumentando que la forma en que El muro presenta sus posturas es tendenciosa, que sus posturas han sido distorsionadas por la edición y que el film es una diatriba contra el psicoanálisis en vez de una evaluación sobria de la teoría y la terapia. Sorprendentemente, una corte en Lille dio en parte la razón a los analistas, prohibiendo El muro y sentenciando a Robert a pagar una compensación de cientos de miles de euros.
Si el lector cree que El muro es propaganda manipuladora, es que nunca ha visto propaganda manipuladora. Loose Change, por ejemplo, que es una película conspirativa sobre el 11-S, es una pieza típica de trabajo de cortado y pegado: casi toda ella consiste en recortes de pocos segundos, sacados de contexto y alevosamente concatenados para servir a los fines de los realizadores. Las distorsiones de Loose Change fueron bien documentadas en el blog Screw Loose Change y por parte de otros desmitificadores de conspiraciones. Lo que vemos en El muro, sin embargo, son psicoanalistas respondiendo a preguntas y hablando largamente sobre el autismo, a veces en tomas ininterrumpidas de casi un minuto. Los seguidores de Freud y Lacan se han mostrado notablemente parcos sobre las supuestas presentaciones engañosas de El muro, quejándose sobre todo del tono “polémico” del film y refiriéndose sólo vagamente a la edición engañosa.
Los motivos aducidos por el juez tampoco son muy creíbles. De hecho, establecerían una prohibición de cualquier forma de edición creativa posterior a la filmación. Irónicamente, el juez acusa a Robert de dejar fuera cierto material que de hecho muestra aún más claramente las extrañas ideas de los psicoanalistas lacanianos. Por ejemplo, uno de los tres psicoanalistas aparece diciendo que a veces el autismo es causado porque la madre está deprimida durante el parto o mientras el bebé está en el útero. Ésta es una representación engañosa de la postura del analista, dice el juez, porque en un segmento no mostrado en pantalla añade que el autismo es por sobre todo una “elección” que realiza el mismo niño. Aparentemente los padres influencian este escape hacia el autismo, pero sólo el niño se hace “responsable”. Una idea tan extraña es salir de Guatemala y meterse en Guatepeor. El juez, sin embargo, cree que es “una postura muy matizada” que no recibe suficiente atención en El muro (uno se pregunta por qué un juez se pronuncia sobre estos temas). ¿Debemos culpar a Sophie Robert por no desenterrar aún más especulaciones pseudocientíficas?
A pesar del trabajo de edición de Robert, cualquiera que se tome la molestia de sentarse a ver el documental entero podrá ver un ejemplo sobresaliente de autoincriminación, con todo tipo de pronunciamientos extraños que son realmente autoexplicativos, y que derivan de una larga tradición psicoanalítica de culpar del autismo a las relaciones fallidas con los padres (Bruno Bettelheim, Jacques Lacan, Françoise Dolto). Por ejemplo, nos enteramos de que los padres deben intervenir en la relación madre–hijo para evitar su fusión sexual; que todas las madres experimentan un período de “locura maternal” luego del embarazo; que toda relación madre–hijo es intrínsecamente incestuosa; que el niño autista “se rehúsa” a entrar al mundo del lenguaje porque está “enfermo de lenguaje”; que algunos padres son impotentes y patogénicos; que una función de la placenta es mediar entre los deseos homicidas de madre y feto durante el embarazo (!); y que el daño psicológico del incesto padre–hija no es algo para preocuparse mucho.
No todas estas exóticas ideas son compartidas por todos los analistas entrevistados, por supuesto. De hecho, si uno consulta a dos psicoanalistas sobre cualquier tema dado, generalmente termina con tres opiniones diferentes. Los analistas de El muro tienen sin embargo una cosa en común: disfrutan el mismo método psicoanalítico gratuito y sin base, y muestran el mismo desprecio arrogante hacia la teorización científica cuidadosa sobre la mente humana. Particularmente dolorosa es la triste visión expresada por muchos analistas lacanianos sobre los beneficios esperados de su (o cualquier forma de) terapia (“el placer de sentirse interesado por una pompa de jabón”, dice un analista luego de un silencio embarazoso). Esto refleja otra doctrina central del psicoanálisis lacaniano: no podemos ser curados de la condición humana, y los síntomas que desarrolla un paciente constituyen su manera de lidiar con el ineludible “nudo” en el que los humanos nos enroscamos a nosotros mismos (de ahí la “elección” del autismo). En vez de alentar falsas esperanzas, o así dicen los lacanianos, deberíamos resignarnos a este estado de cosas. Tratar de librarnos de síntomas debilitantes, como intentan hacer los terapistas cognitivo-conductistas, es erradicar la dimensión de la subjetividad humana. Tal derrotismo es repelente en vista de las intervenciones terapéuticas basadas en la evidencia que existen para lidiar con afecciones como el autismo.
Para que quede claro, algunas partes de El muro están bastante editadas (como ocurre en cualquier film documental), pero los tres psicoanalistas no han presentado ni una sola muestra de una edición que implique una falsa representación grosera de sus ideas. Ejemplos donde preguntas y respuestas han sido reordenadas para mejorar el fluir del argumento no hacen una gran diferencia. En una o dos ocasiones puede considerarse que el proceso de edición pasa por alto ciertos matices o no discrimina suficientemente diferentes puntos de vista. En un lío teórico como lo es el psicoanálisis lacaniano, sin embargo, con sus oscuras y bizantinas doctrinas sobre el desarrollo subjetivo, uno siempre puede culpar al crítico de no captar tal o cual sutileza teórica. Hay que darle crédito a Robert por haberse tomado un gran trabajo para despejar la niebla que rodea al psicoanálisis (lacaniano) y para demostrar con claridad en qué se resume a fin de cuentas la visión psicoanalítica del autismo.
Las otras acusaciones contra Sophie Robert son simplemente ridículas. El film es acusado de ser “polémico”, como si esto fuera un crimen de pensamiento en sí mismo. Un realizador fílmico tiene derecho a expresar sus ideas sobre un tema y a tomar posición si se siente moralmente obligado a hacerlo. ¿Podría cualquier persona sensata realizar un documental sobre la homeopatía, la astrología o la cienciología y permanecer cuidadosamente neutral sobre el tema tratado? El tono polémico del film está perfectamente justificado a la luz de los escandalosos dichos de los psicoanalistas lacanianos. Incluso si Robert hubiera presentado falsamente las ideas expuestas por alguno de sus entrevistados, estos últimos podrían haber escrito una respuesta formal, en vez de arrastrar a una joven cineasta a una corte de justicia y exigir una compensación exorbitante (300 mil euros en total).
La decisión del juez es una violación flagrante del derecho de libre expresión y libre información. Todos los entrevistados habían firmado un acuerdo renunciando a sus derechos sobre el material filmado y aceptando que el mismo sería editado. Aunque la libertad de expresión termina donde comienza el libelo y la injuria, los psicoanalistas no han demostrado ni de cerca que tal fue el caso. Naturalmente, Sophie Robert ha apelado la decisión judicial. Entretanto, los psicoanalistas lacanianos que (comprensiblemente) trataron de censurar estos 52 minutos de vergüenza para su disciplina tendrán que enfrentarse al Efecto Streisand: todo intento de censurar información en Internet terminan casi inevitablemente por producir lo contrario, atrayendo más atención y ayudando a su diseminación. Y el estimado lector es cómplice de este fenómeno.
El muro está disponible en YouTube en cinco partes, en francés con subtítulos en castellano (también hay varias copias del mismo en un solo video, subtitulado en inglés). Para más datos se puede visitar el sitio web Support the Wall.
Con todo este tema me quedó una duda, la terapia es behavioral en inglés, y se puede encontrar como conductual (mayormente) o comportamental, cual sería la diferencia? cual es la correcta? porqué? cualquier link en referencia a este tema será agradecido…
Abby: terapia de conducta, modificación conductual, terapia comportamental (y otras variantes) así como «Análisis Aplicado del Comportamiento» (ABA, por sus siglas en inglés) son nombres de la misma cosa: la aplicación de los principios básicos del aprendizaje para tratar problemas humanos (entre los que se incluyen las «psicopatologías» -término altamente cuestionado desde esta corriente científica).
Puede haber confusión por la cantidad de nombres diferentes que se le da, pero se basa en lo mismo: el análisis detallado del comportamiento de un individuo mediante observación objetiva, la aplicación de técnicas validadas científicamente y la medición de resultados (en términos cuantitativos).
Lo otro es que también existen las terapias cognitivo-conductuales, que añaden a lo anterior las teorías cognitivas que se han desarrollado sobre el funcionamiento de los llamados «procesos mentales». Comparte con la forma de trabajo anterior el apego al método científico, el interés por medir sus resultados y lo explícito de sus procedimientos.
En Argentina existe el Grupo Alter (http://www.abayautismo.net/), que trabaja justamente en autismo y otros trastornos del desarrollo en niños desde el enfoque ABA.
También en esta página http://conducta.org/articulos.html se puede acceder a artículos divulgativos, discusiones, artículos académicos y preguntas y respuestas sobre el análisis de conducta.
En Wikipedia también hay información al respecto, aunque no está expuesta de la manera más clara posible… http://es.wikipedia.org/wiki/Terapia_de_la_conducta
Por otra parte, ayer había leído el post en Rationally Speaking. Sabía que el psicoanálisis seguía profundamente anclado en Francia, pero al ver el documental quedé realmente sorprendido de las «teorías» de estos sujetos y sus supuestos tratamientos (aislar al niño de sus padres, sentarse al lado de él sin esperar nada, obligar a los padres a resolver conflictos inexistentes en un psicoanálisis eterno…), pero lo que más me sorprende es la caradurez de estos sujetos cuando se les pregunta por los resultados de sus «tratamientos».
El año pasado hice mi práctica profesional (de psicólogo) en una escuela para niños con trastorno del espectro autista, y pude ver que trabajando con dedicación los niños son capaces de grandes cosas. Y el análisis aplicado del comportamiento, lejos de «ignorar la subjetividad humana» ayuda inmensamente a que superen sus problemas y aprendan a relacionarse con su entorno de la mejor manera posible.
Hola Pangui, me presento: soy casi-traductora, por lo tanto a mí si me importa, y mucho, cual es la mejor manera, la más correcta, de llamar a estas terapias. Por eso preguntaba. Igualmente muchas gracias por tu respuesta. Y como miembro del CEA, e hija de una especialista en autismo, esto me interesa en particular, me gustaría llegar a traducir profesionalmente sobre estos temas.
Hola Abby, siento haber demorado tanto en la respuesta… Mira, estuve buscando algunas referencias para responderte como es debido, pero no he encontrado mucho. En «Sobe el Conductismo», B. F. Skinner habla poco o nada sobre los términos con los cuales referirse a la ciencia del comportamiento, aunque entre las cosas que aclara es que «conductismo» no es la ciencia que estudia el comportamiento, sino la filosofía de esa ciencia (su epistemología). De eso podría deducirse (esto ya es mi opinión como psicólogo) que «terapia conductista» no sería el término más apropiado, sino «terapia de conducta». Lo otro es que no todas las aplicaciones posibles son dentro del contexto de terapia propiamente tal, por lo que los términos «análisis aplicado del comportamiento» o «modificación conductual» serían conceptos más amplios, entre los que se incluyen intervenciones por ejemplo educativas o sociales, que no son propiamente terapias.
Por otra parte, me alegra mucho tu interés en la traducción de la literatura científica del comportamiento humano, ya que hay poco desarrollo al respecto, y más de algún problemilla por ahí (por ejemplo, el término «respuesta condicionada» es una traducción imprecisa de lo que escribió Pavlov originalmente), así que ten por seguro que tu trabajo será enormemente bienvenido =)
Gracias Pablo. Estos temas de comportamiento me resultan interesantísimos.
Debimos habernos puesto de acuerdo para hacer una sola traducción: http://bit.ly/wdCfnk
Un saludo,
-D
Acabo de encontrar esta nota del 5 de Enero de 2012.
No tenía idea de que había una ley de Autismo en la provincia de Santa Fé que excluye al psicoanálisis como tratamiento.
Este es el planteo de una psicoanalista:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/21-31950-2012-01-05.html
Desconocía la existencia de esa ley. Entiendo que el psicoanálisis queda excluído solo dentro del ámbito de la salud pública, por lo tanto en modo alguno queda cercenada la elección de la familia o del paciente como dice la autora, ya que en caso de que lo consideren conveniente, pueden iniciar tratamiento psicoanalítico en un consultorio privado. Creo que es importante la decisión de que en los hospitales públicos u obras sociales se brinden solamente tratamientos psicológicos basados en la evidencia, de la misma manera que recibimos tratamientos farmacológicos de eficacia comprobada: nadie estaría de acuerdo en recibir una medicación de la cual se desconoce su eficacia, por lo menos no sin antes ser advertido. No se trata de cuanto nos gusta o nos desagrada el psicoanálisis, sino de la responsabilidad del Estado en el cuidado de la salud de la población, lo que se esta haciendo con esa ley es advertir al paciente y a su familia del estatuto del psicoanálisis como terapia de eficacia no comprobada (aunque los psicoanalistas digan que no es una psicoterapia) y de la existencia de otras opciones.
Disculpame que disienta con vos.. pero eso de «tratamientos farmacològicos de eficacia comprobada» es un rotundo engaño: sabemos perfectamente que GRAN PARTE de los medicamentos que nos prescriben en Amèrica Latina vienen a estas latitudes sin ser debidamente probadas tanto su eficacia en el tratamiento de la afecciòn en cuestiòn como de los efectos secunfarios del mismo, es un secreto a voces que los envìan aquì para que la legitimaciòn que le otorga la mayorìa de la poblaciòn mèdica (gracias a los beneficios personales que obtienen por parte de los laboratorios: lèase viajes, fiestas y otros «premios») nos persuada dogmàticamente a consumirlos SIN ESTAR DEBIDAMENTE PROBADOS (Y POR CONSIGUIENTE: NO PROBADA SU EFICACIA NI SUS EFECTOS). Acaso desconocès la enorme presiòn econòmica que ejercen los laboratorios en los gobiernos.. que incluso tienen legisladores que estàn ahì para defender exclusivamente sus intereses? Hay muchas cosas que se le dan a la sociedad desde la «legalidad» del Estado sin ser garantìa de soluciòn y hasta a veces sabiendo que no sòlo no son eficaces para la enfermedad en cuestiòn sino que causan otro tipo de trastornos. Por otra parte, cuando te referìs al psicoanàlisis es una terapia no comprobada.. podrìas decir que otro tpo de terapias sì lo son?? Cuàles son las evidencias? Porque para demostrar que el psicoanàlisis es o no efectivo, necesitàs del mismo mètodo demostrativo que para las demàs terapias..Asì que no se entiende en què se basarìan para decir «esto sirve o esto no» ya que TODOS son mètodos de comprobaciòn indirecta. QUIÈN determinò (de modo tan «naturalizador») que el psicoanàlisis no es de eficacia comprobada y lotras tècnicas si?? Hasta tal punto se ha logrado naturalizar esa idea.. que ni siquiera te planteàs lo falaz de tu argumento??
Con todo respeto Romina: cuàl es esa EVIDENCIA de la que hablàs respecto de ciertos tratamientos psicològicos? TODOS son de comprobaciòn indirecta y no cuantificable. No se ve, por lo tanto, diferencia con el psicoanàlisis? Por què el psicoanàlisis deberìa probar MÀS que los demàs mètodos.. que es efectivo, SIENDO QUE TODOS trabajan con SUJETOS, y siendo que TODOS trabajan con la PALABRA?? Creo que ahì hay otro problema: es que el psicoanàlisis es CUESTIONADOR: la persona comienza a preguntarse por cosas ESTABLECIDAS que «nadie» quiere que sean alteradas (lèase: a muchos no les conviene, a la esencia organizativa de una sociedad tal como la conocemos no le conviene.. pues subvertiria planos que alterarìan el «ORDEN».. cuando sabemos que històricamente se habla de Orden, se està hablando de PODER. Cuestionarìa mucho de LO INSTITUÌDO.. Y eso le conviene enormemente al SUJETO individual.. pero no a el ESTABLISHMENT.
No se puede deslindar cualquier hecho humano, de la HISTORIA.. y la historia de la humanidad es la historia del DESO (en su màs amplio y tambièn en su estricto sentido) y del PODER (idem)
Fe de errata: 1) «No se ve, por lo tanto, la diferencia con el psicoanàlisis.»
2)»..la historia de la humanidad es la HISTORIA del DESEO..»
Interesante. Acá está el texto completo de la ley. Las partes que probablemente no les gusten sean estas:
Tengo T.E.A, ¿alguien quiere ayudarme?
Te mandé un MP con unos links para empezar, pero espero que otro te guíe mejor.
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Mi conclusión es que los escépticos tendrían que ir al psicoanalista y dejar de empastillarse con los fármacos estadounidenses.
¿Y que me digan que mi hermana tiene «envidia» de mi porque yo tengo pene y ella no? No gracias, prefiero la curandera a que me llevaba mi mamá, te curaba el empacho con unas cintas de colores y te «recetaba» un te de poleo.
El psicoanálisis nunca ha dicho que tenga la razón, sólo se argumenta basándose en su marco teórico, lo cual es muy extenso y se sigue desarrollando, la alta gama de bibliografía así lo comprueba cosa que muchos ignoran pero se llenan la boca criticando. el problema creo está, en que desde sus inicios siempre ha sido perseguido y criticado por sus ideas subversivas y lo seguirá siendo. yo vi el documental y la edición es una burla, está distorsionado totalmente. hablar de que la terapia cognitivo conductual es la más apropiada, es hablar de la gran omnipotencia que tiene esta corriente. Es una lástima que se persiga de esta manera al psicoanálisis, ya que sólo pretende ayudar y»curar» al sujeto que acude a él. no me extrañaría que este documental sea parte del sucio negocio que llevan acabo las industrias farmacéuticas.
pienso que los profesionales o interesados en este tema tienen conocimiento por ejemplo, que el perro de pavlov es una mentira y está completamente sesgado, que skinner llevó acabo sus «singulares» investigaciones con su hija, o que en la próxima edición del DSM, la rebeldía y el duelo son considerados trastornos, incluso que el síndrome asperger ha sido eliminado como trastorno y que la corriente cognitivo conductual finalmente acepto el inconsciente?
pienso que el creador de la publicación tiene una objetividad casi nula. que su percepción no involucra el tema de fondo. si se quiere criticar o defender una postura es necesario un argumento teórico solido, cosa que en esta publicación se encuentra ausente.
¿será válido que el documental esté directamente apuntando al psicoanálisis, dejando de lado otras corrientes?
Marco teórico, genial. Las religiones también tienen marcos teóricos, Cristián, y no las llamamos ciencias. Una teoría sin evidencia no es ciencia, es mitología. (Supongo que sabras que «marco teórico» es un grupo de teorías a las que adhiere quien habla y que una «teoría» no es otra cosa que una explicación de algo).
Ese un problema de todas las ciencias sociales en Argentina, se dedican a discutir (y rediscutir) ideas y creen que por eso hacen ciencia, eso es no es ciencia, es filosofía. Y aunque la ciencia sea hija de la filosofía, no es lo mismo. La ciencia es un método para intentar conocer la realidad, el mejor que tenemos, que tiene muchísimas técnicas y formas, pero es un método. Empiecen a practicarlo o dejen de proclamarse científicos.
El dato no es igual al hecho, pero sin datos no hay ciencia. Y una hipótesis sin evidencia o una teoría sin cuerpo experimental, no son científicos.
Y si hablas de Skinner, su propia hija ha declarado que lo que se dice sobre la experimentación de su padre con ella es falso.
Y además asumo que sabrás que Freud hizo muchísimos fraudes y estos sí están comprobados como tales. Muchos de sus pacientes «curados» terminaron sus vidas en institutos psiquiatricos.
Es curioso, la publicidad bien sabe sobre el inconsciente, es decir, sobre el deseo, y la ciencia se presenta como nueva religión poniéndonos una etiqueta a cada uno. Si madurasen dudarían tanto del psicoanálisis como de la ciencia. Este es el fundamento, la rectificación subjetiva. Mientras insistan en poner al deseo, a las fantasias de cada cual, al chiste dentro de una neurona…
Es lamentable que se critique al Psicoanálisis sin fundamento. Hoy en día y gracias a las neurociencias se estan comprobando muchas de las hipótesis que Sigmund Freud, sin los adelantos tecnológicos actuales, nos legó con su obra teórica a finales del siglo XIX y comienzo del XX.
No dudo que «el muro» sea insidioso y mal intencionado.
Jorge: ¿viste el documental? Estoy seguro de que no. En él no se critica al psicoanálisis «sin fundamentos», sino que se les permite a los psicoanalistas hablar libremente sobre las razones del autismo y sus tratamientos posibles. Las razones son totalmente ridículas y ni siquiera coinciden entre los diferentes psicoanalistas consultados. En cuanto a los tratamientos, los psicoanalistas mismos no consideran posible una cura y uno de ellos abiertamente confiesa que lo que hacen con los pacientes no sirve para nada.
Llamar a las estructuras hipotéticas de Freud una teoría es un abuso de la palabra. Una teoría es una hipótesis testeada y que explica fenómenos. El psicoanálisis se autodefine como no testeable y no explica nada.
Documental Otras Voces, psicoanalisis y autismo:
http://unesaltresveus.teidees.com/
trailer:
http://www.youtube.com/watch?v=zZhwGOkYqQQ
Otras voces es un documental que muestra un diálogo con el autismo desde otra mirada, la mirada diferente que el psicoanálisis lacaniano aporta hoy. Con Otras voces se desmontan los mitos de que el psicoanálisis culpabiliza a los padres del autismo de sus hijos y de que el tratamiento consiste en estirar a los niños en el diván; y se demuestra también su validez y eficacia más allá de la supuesta evidencia científica en la que se fundamentan otros tratamientos. A la vez, nos damos cuenta de lo que sucede cuando damos voz a la subjetividad y nos alejamos de los sistemas evaluadores que sólo aportan cifras. Entendemos lo que sucede cuando se evitan los tratamientos de domesticación de la conducta y evitamos la simplificación que silencia lo más particular del ser humano.
EL TESTIMONIO DE LOS FAMILIARES
Nos explican cómo hicieron frente a las dificultades que surgieron en su paternidad; sobre todo, la de dar un lugar singular a sus hijos, renunciando así a las perspectivas e ideales previos.
EL TESTIMONIO DEL PROTAGONISTA
Albert nos transmite su vivencia de un mundo vivido desde lo radicalmente extraño al sentido común.
La película ya se estreno en varios cines y centro culturales de Europa.
Estimado: normalmente no permitimos que se use nuestro blog para promoción o para testimonios personales sobre tratamientos médicos/psicológicos. Lo permitimos en este caso porque no es poco significativo que haya psicoanalistas con una mirada distinta a la de otros. Pero eso no cambia en nada el caso contra el psicoanálisis presentado en el documental que fue censurado, en el cual varios psicoanalistas explican y se explayan sobre las causas y el tratamiento del autismo según sus creencias, y que por lo que vemos no te has molestado en refutar.
No soy psicoanalista y no hago promoción, solo muestro que hay diferencias grandes entre la realidad y lo que se muestra en el documental, eso quiere decir que el documental no fue hecho de una manera muy buena ya que se quiso hacer ver que el psicoanálisis solo es eso q se mostro. Y en efecto los psicoanalistas no fueron los que censuraron un documental, si no un juez ¿un juez lacaniano? Eso fue porque se edito mal para dejar mal a ciertos psicoanalistas, como a Eric Laurent que solo dijo 3 frases en el documental que no tienen nada q ver con el autismo y se lo quiso dejar pegado al resto de los personajes que salieron.
Nacho, ningún documental puede mostrarlo todo, siempre hay recorte. Nuestra experiencia con el psicoanálisis (hablo de la gente escéptica que conozco) es que, cada vez que se critica algo, los defensores del psicoanálisis dicen que el psicoanálisis no es sólo eso, que hay otras visiones diferentes, que distintas escuelas han elaborado a Freud o Lacan de otra manera, etc. etc. Y eso puede ser cierto pero no quita que cierto sector del psicoanálisis tenga una visión absolutamente terrible sobre el autismo (en este caso), una visión anticientífica y activamente dañina para los pacientes y sus familias. Y desde luego no quita que el documental está hecho con las palabras de varios psicoanalistas a los que se les dio espacio para hablar, en ciertos casos, hasta varios minutos enteros sin edición. Y tampoco justifica la censura. El juez censuró bajo una demanda de parte de los psicoanalistas y tu observación dejaría de ser válida con sólo cambiar levemente el título del post. En último término no defendemos el documental sino el derecho de los realizadores del mismo a exhibirlo, en vez de tener que esconderlo como si hubiesen cometido un crimen.
Si si, por supuesto que es preocupante y se hace un gran daño.
Solo digo para tener en cuenta, que el documental que puse arriba esta hecho por profesionales preparados para tratar a los chicos autistas, y no cualquier psicoanalista agarrado al boleo. Abría que preguntarle a ellos.
Porque uno que no esta especializado no sabe, yo una vez le pregunte a uno y no me supo responder en el acto, tuvo que rememoriar y me termino diciendo que había uno que era neurológico y otro que era psicológico, pero se termino notando que era algo que solo había leído en algún lado y que en realidad no manejaba.
Ciertamente quien haya escrito este texto conoce muy poco de psicoanálisis, pero si de ser tendencioso.
Estimado: tu comentario no contiene ninguna crítica ni refutación ni dato alguno, salvo una acusación sin fundamento hacia nosotros. No presumimos de saberlo todo sobre psicoanálisis; por eso dejamos que hablen los que se dedican a eso. Lo que hicimos en este artículo fue exponer el caso de cómo un documental sobre psicoanálisis fue censurado a causa de la presión de un grupo de psicoanalistas que dijeron (ante una cámara y con total libertad) lo que creen sobre el autismo y cómo lo tratan ellos.
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Las teorias cognitivo consuctuales no demostraron ninguna eficacia, este seudofilosofo flamengo y la realizadora del documental son instrumentos de las empresas norteamericanas de salud que pretenden que se adopten sus tecnica limitadas que no son mas que ilusiones basadas en una deformacion aberrante de la neurociencia, nunca curaron a un autista, lo unico que han hecho es que el autista sea entrenado como un perro para que pueda realizar comportamientos socialmente adaptados. Es un burdo negocio abusandose de la angustia de los padres, etiquetando niños, bajo una nosografia que no es mas que un rejunte forzado con fines lucrativos. De cientifico eso no tiene nada.
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