Re: Política descarriada

#32001
saibaba
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Lilita está «algo» loca, pero eso es un poco a propósito, porque no le queda otra que tratar de llamar la atención, ya que atrae minorías.

Cuando hace predicciones y habla de Dios y todo eso, es para darse un aire especial, como un detalle más en todo su personaje ético.

El personaje es, digo yo, no tan distinto de Lilita, pero sí una exageración de ella misma.

Así que no veo peligrosas sus inclinaciones religiosas, ni siquiera en su discurso.

Pero ella una vez habló de querer que vuelvan ciertas cosas como «antes», donde nuestros antepasados europeos eran felices productores en nuestro país.

Ella hablaba de estar ciertamente junto a esos tipos con plata del campo, pero sólo aquellos que son «buena gente», aquellos honestos y trabajadores descendientes de inmigrantes.

Me pareció algo extraño eso. Me parece bien que prefiera dar prioridad a los «ricos buenos» antes que a los «ricos malos», o sea, los capitalistas especuladores, los mafiosos, los cómplices de la peronchada, que chupa los recursos del estado y reparte coimas con los amigos.

Pero igual eso que dijo me dejó dudas. ¿Es oligarca?

Es todo parte de lo que ella detesta, que es la corrupción política tradicional argentina.

Si por mí fuera, metería en la cárcel a cualquiera que se postule para un cargo político, por «tentativa de robo y defraudación al estado». O sea, no hay ni uno solo que quiera hacer algo por los demás. Los políticos de nuestro país, sobretodo esos mediocres que andan dando vueltas para meterse de concejales de sus ciudades, diputados, senadores, gobernadores… son todos unos forros que quieren entrar ahí para no trabajar y después quedarse con una jubilación de privilegio. Son miles y miles de los cuales ninguno sabe resolver ni un solo problema de la sociedad.

No tenemos políticos de verdad en el país, y por eso siempre vamos a estar más o menos estancados en diversas mediocridades. No hay gente honesta y útil, ambas a la vez.

Obviamente, Lilita, si quiere llamar la atención, tiene que ponerse en frente y en contra de esa tradición basura.

Pero a pesar de que he dicho de que su locura es sobreactuada, igual pienso que está medio loca. Yo no le confiaría la gobernación de un país. Además pienso lo que muchos otros, y en esto no soy original, y es que no es demasiado capaz de tareas ejecutivas.


Ahora bien. Supongamos que tiene algún raye ideológico «equivocado».

Aún así no lo veo tan grave en ella como para hacer un escándalo.

No la veo como una «milica» torturadora, ni nada por el estilo.

Mucho peor es tener gobernantes corruptos e ineficientes.

Fijate la bruja K como se comporta. Ella junto a su marido han choreado tocos de guita que se han llevado al sur.

Defiende los derechos de los gays, la libertad de creencias, se pelea cada tanto con la iglesia, todas cosas que me agradan. Incluso insulta a los ingleses. Está bueno.

Pero es corrupta, no sabe escuchar ni negociar, es mucho menos inteligente de lo que ella se cree, y a los tipos que considera sus enemigos, se los lleva puestos, con o sin ideología, va al apriete.

Me parece a mí que en vez de preocuparse tanto por Lilita, mejor hay que preocuparse por la forra que nos gobierna.

Y en realidad, hay que preocuparse por el hecho de que no tenemos más gente para elegir a la hora de votar que estos chorros matones mediocres descerebrados de siempre.