Re: Vegetarianismo

#29713
Naracamaus
Participante

Buenas:

Como está lloviendo en la greda y se empieza a hacer barro, me meto y te contesto, Daneel.

El ser humano tiene, de hecho o potencialmente, consciencia de sí mismo y concepto de la muerte. Estos pueden ser términos «nebulosos» en el campo de la especulación filosófica «de sillón», pero no lo son para las neurociencias y las psicologías experimentales. Un ser humano «pierde» algo al morir: a sí mismo, su individualidad, su «consciencia secundaria» (la consciencia de ser consciente)… Por eso está mal matar a un ser humano. Si yo no tuviera consciencia de mí mismo, ¿qué diferencia me haría estar muerto o vivo?

Hasta ahora, hay pocas pruebas de que algún animal tenga el concepto de su propia mortalidad. Sí hay fuertes indicios de que los primates superiores (chimpancés, gorilas, orangutanes y quizá los bonobos), los elefantes, algunos cetáceos y, curiosamente, las urracas, tienen consciencia de sí mismos. Yo jamás mataría a ninguno de esos para comer (salvo circunstancias de alta excepción).

Por cierto, argumentar que uno no puede saber si otro ser humano es o no consciente me parece demasiado cartesiano para alguien que criticó el dualismo en este mismo hilo.

En cuanto al tema del sufrimiento, las imágenes que uno ve de haciendas y mataderos en documentales como Earthlings son propaganda pura. Muestran establecimientos en franca violación de sus contratos y leyes vigentes, que tuvieron que cerrar o modificar sus normas en cuanto los descubrieron.

Mi padre es carnicero y he sido testigo de cómo se crían, se venden y se faenan las vacas (en nuestro sistema de cría extensiva): son muy bien tratadas y su muerte no pareció dolorosa. No he visto, en persona, haciendas de cría intensiva, pero sí he leído algunas de las leyes que hay en EEUU y otros países desarrollados y son muy estrictas en cuanto a las condiciones de vida del animal; eso sin considerar que muchas de las prácticas que se ven en los videos de PETA y similares son altamente nocivas para la calidad de su «producto» y las mismas empresas las evitarían.

Además, se puede saber qué tan mal o bien la pasa un animal. Bastaría tomar muestras de sangre y orina y medir las concentraciones de derivados de adrenalina y glucocorticoides para determinar si está bajo condiciones de estrés superiores a las que experimentaría viviendo «a lo salvaje».

Suerte y paz.