Re: ¿Tener la razón, o ser feliz?
Yo voy a poner el caso opuesto N3RI. No se si aplica…
Me pregunté esta noche, por qué tantas veces me he enojado a rabiar aquí en el foro y sin embargo no me puedo ir…(aunque si me voy, a más de un ateo sería capaz arrancarle un «Gracias a Diosss!!»)
Pero hasta hoy eso no pasa… 😈
Y bueno, pasa que a pesar de aquello de lo cual me he quejado en varios posts, en el balance final, es un foro copadísimo, super activo, y las formas jodidas de trato que tenemos entre unos y otros, uno aprende a tomarlas como interés por parte del otro por conocer de lo que uno tiene para dar.. Peor sería la indiferencia
No obstante, además hay algo que debo agradecer, nunca en mi vida me había sentido tan pelotuda y ridícula en tantas ocasiones seguidas (o sea todo el tiempo )
Siempre fui consentida (y creo que un poco se me nota eso) no obstante aquí estoy haciendo un buen ejercicio de bancarme ser la tarada del curso. Algo que jamás había experimentado, pues hasta ahora sólo había elegido ámbitos específicos en los cuales pudiera «lucir» mis pensamientos como la gran maravilla.
No hay nada más feo que te tiren tus estructuras al piso, pero cuando uno se da cuenta que el andamiaje que uno mismo se ha construido fue sólo para la autocomplacencia, y eso te impide el avance, comenzás a apreciar que te rompan aquello que era una caparazón.
Bueno, nada! Sé que va a haber otra sesión fuerte y nos vamos a re embolar mal. Sé que mi pensamiento racional deja mucho que desear (de eso se trata ser la tarada del curso).
Pero supongo que en el curso hay lugar para todos, que el foro sea como un mundo en miniatura, en donde hay de todas clases de personas. Creo que le da una buena universalidad (o al menos me consuela pensar así…)
Eso es una lección para mí para aceptar lo diferente también, si ustedes me aceptan a mí, entonces yo debería ser más tolerante también con aquello que desestimo (ver supermartes).
En fin, nada, creo que si tenía cosas buenas para decirles no me pareció bien callármelas, después de todo, son verdades.
Aprendo a pensar con ustedes, y aprendo a no creérmela tanto.