Re: Presentación y Consulta

#31315
saibaba
Miembro

Espero que lo que dije arriba no se entienda como una mera crítica gratuita.

Pongámonos en contexto.

Durante mucho tiempo he sido un tipo con una mente muy pero que muy abierta,

y por lo tanto, si bien no me creía todo lo que había por´ahí,

era capaz de aceptar de buena gana todas las cosas que alguien creyera o afirmara.

Acepté siempre nuevas ideas y puntos de vista, alternativas, pensamientos filosóficos contradictorios con el estándar científico, y así por el estilo.

Una de las razones de esta apertura mental estaba en una búsqueda personal, con todo el derecho que me da el ser un humano, tratando de encontrar respuestas a las preguntas profundas de la vida, y el sentido de mi propia vida, la línea del destino, etc.


Así que entiendo perfectamente a las personas que buscan respuestas, y «prueban» diversas cosas: psicología, hinduismo, reiki, aztlan, las enseñanzas de Osho o del Sai Baba, jejeje.

Es legítimo buscar la verdad por caminos nuevos, porque uno nunca sabe si acaso tendrá suerte y encontrará algo especial, mágico, o lo que fuere.

Pero siempre he sido conciente de que, por más que he buscado, nunca encontré nada.

Porque sería ridículo engañarme a mí mismo diciendo que encontré una verdad o una revelación que en realidad nunca tuve.


Así que propongo que Commodore 64 hable con sus compañeros en más profundidad, y les pregunte si realmente «creen» en tal o cual cosa, o si solamente «están probando» a ver de qué se trata.

Son dos cosas diferentes.

Uno puede ser muy crítico desde «afuera», pero a veces para hacer una crítica sólida, o para uno estar seguro de una opinión, no queda más opción que «probar» por uno mismo tal o cual camino.

Yo ya me he pasado al bando de lo hipercrítico, y no creo ni en la materia que toco y veo todos los días, ni en lo que nadie diga.

Ni siquiera les creo a los que se dicen escépticos.

Y obviamente ni a mí mismo.


Aún así, en este contexto, y con todas estas reflexiones, y aún asumiendo la necesidad de «hacer la propia experiencia» en estas cuestiones de búsqueda espiritual que cada uno tiene derecho a llevar a cabo…

Aún con todos estos criterios sigo pensando que lo de Aztlan es una idiotez gigantesca.

O sea, mejor invertir en una masajista sueca, o te vas a un grupo de Reiki a ver si te anganchás alguna minita delirante pero macanuda, o hacés musicoterapia, yo que sé.

O sea, si vas a hacer boludeces sin sentido, hacé alguna que esté copada o te deje algún rédito.

¡Pero ir a lo de don «Aztlán»! ¿Para qué? ¡Pero si es un embole!


Pero bien.

Resumo la idea central: pienso que la gente en general comienza con una búsqueda filosófica o espiritual, por sus personales razones,

pero no están dispuestos a reconocer que su búsqueda ha sido infructuosa.

Y entonces es más cómodo creer en todo.