Siempre es más sencillo debatir y refutar las religiones más antiguas y tradicionales, porque está todo escrito y firme, más o menos. El catolicismo tampoco es uno solo, está todo ese tema del cristianismo tercermundista y la teología de la liberación que aunque fue condenado por el Vaticano sigue existiendo. Por no hablar de los «católicos» que creen en la reencarnación y barbaridades similares.