El Huffington Post además es conocido por promocionar acríticamente la pseudociencia y las boludeces New Age. En Respectful Insolence le llamaron «una cloaca de charlatanería antivacunación y chantadas cuánticas«. Cada tanto escribe Deepak Chopra o creacionistas. Si lo publican ahí es automáticamente poco confiable: es porque ningún blog científico respetable lo publicaría.