Los duendes no existen, me lo dijo mi hada madrina.
Eh, en serio, no existen, hay una explicación científica muy obvia. Existe y existió gente pequeña a lo largo de toda la Historia, gente que se dedica a correr caballos en los hipódromos, y viene el típico tonto, pelado, gordo y borracho y los ve y cree que son duendes.