Re: El poder de la mente
El poder de la mente radica en pensar, razonar, tener conciencia de si mismo, calcular, investigar, sentir estimulo sexual, estar feliz, todo esto es suficientemente maravilloso como para buscarle estupideces místicas o superhumanas. La mente puede modificar nuestra salud, como cuando el ser humano se deprime emocionalmente o se estresa y se inmunodeprime y queda fértil para contraer algunas enfermedades. Siguiendo la línea de lo expuesto anteriormente por N3ri, creo que una mente poderosa podría hacer crecer un miembro amputado y listo. Hasta que esto no suceda, deberán conformarse con ofrecer pruebas intangibles, y fruto de la imaginación, difíciles de discutir e imposibles de probar.
Casualmente estaba por inaugurar un nuevo topic en el que iba a contar algunas experiencias que podrían llamarse “paranormales” pero que jamás sacudieron mi escepticismo, si bien tuve muchas a lo largo de mi vida, voy a contar tres, simbólicas, y que viene a cuento con lo del escéptico ese al que le hicieron una cámara oculta. Si mi sistema de razonamiento o de evaluación de la información fuera otro yo estaría contando estas experiencias en algún foro distinto, en uno de esos en los que mi “testimonio” serviría para probar el poder de la mente.
1. Era pos adolecente y escuchaba Pink Floyd. Voy a una farmacia y saco numero sale el 33; voy a otro negocio y saco numero sale el 33, me encuentro una mujer que me gustaba e la calle y le pregunto la edad me dice 33. Lo comente y alguien me dije que “le juegue”, asi que fui y jugué ese número a la quíñela, salió, gane un montón de plata. Jamás había jugado a la quiniela ni jamás volví a jugar, ni volví a prestarle atención a los números.
2. Seguía escuchado Floyd, por trabajo viajaba por toda la provincia en micro, dormía, etc. En un viaje a Bahía Blanca iba durmiendo, y me despierto sobresaltado por alguna boludez que soñé, pensando que al micro le iba a pasar algo, me quedo sentado en el asiento asustado mirando todo el micro que estaba oscuro, tranquilo y silencioso, me quede duro alejado del respaldo del asiento, en menos de un minuto se revienta una goma del micro y empieza a tambalearse y la gente se despierta y grita y se asusta.
3. Tenía una novia, la relación estaba estancada, no pasaban muchas cosas buenas, pero nada malo, una noche sueño que la ahorco, nunca tuve un sueño asi, y la ahorcaba con todas las ganas. Durante el día la fui a visitar, estaba todo bien, me senté en el sillón de su casa, charlamos, que pin que pan, y me fui. Cuando llego a mi casa descubro que el Celu se me había caído desde mi bolsillo en el sillón, ella era celosa y tomo todos los contactos femeninos y los llamo, contactos laborales, y les pregunto si yo tenía algo con esas mujeres, me secuestro el celu y no me lo devolvió, pedí la baja de teléfono, del servicio y desaparecí. A la noche las ganas de ahorcarla del sueño eran ínfimas comparadas con las reales. Si ya sé estaba chiflada, demente; fue hace mucho, pero concentrémonos en el escepticismo, que nos ocupa.
Nada de esto me hizo pensar que mi mente tiene más poder que el de pensar. Mi explicación no cuántica-galáctica-cósmica-misteriosa, eso se llama CASUALIDAD.