Re: Cambio Climático

#30489
sebas
Miembro

Hola. Saludos a todos, en mi primera intervención en el foro.

Veamos. Cosas en las que creo:

· El hombre llegó a la Luna en 1969.

· El Gobierno de USA nada tuvo que ver en la perpretración de los atentados a las Torres Gemelas.

· A Kennedy lo mató Lee Harvey Oswald, un loquito, por las suyas, y de loco que estaba, nomás.

· A Lee Harvey Oswald lo mató Jack Ruby, otro loquito, por las suyas, y de loco que estaba, también.

· Ningún gobierno del mundo tiene cadáveres de extraterrestres ni restos de ovnis ni nada.

· Etc.

Así, me resisto a ser considerado un conspiranoico ni mucho menos, aun cuando no crea en El Cambio Climático Producido Por El Hombre Que Nos Va A Llevar Al Desastre Si No Hacemos Algo Pronto Para Evitarlo.

¿Por qué no creo? ¿Soy meteorólogo acaso, o siquiera científico? Ni a palos. Como cualquiera que no sea experto, me informé hasta donde pude, me basé en mi intuición y en mi sentido común (y en mis prejuicios), tomé partido, y después le creo más a los expertos que dicen que no que a los que dicen que sí. No me voy a poner a pelar acá argumentos copipasteados; a quien le plazca, están a un tiro de google. Me limitaré a aportar (?) mis propias consideraciones, cualquier cosa menos científicas, pero al menos de cosecha personal.

Cuando yo era chico, el flagelo, el inminente peligro, la catástrofe en ciernes, era: la polución. Si seguíamos así, en pocas décadas todo el aire del mundo se iba a volver irrespirable. Había consenso: lo decían los expertos, los ecologistas, los periodistas especializados; y quien se atreviese a dudarlo era un crédulo optimista, o peor: un cínico a sueldo de las multinacionales.

Desde ya que el smog era (es) un problema real, en algunas ciudades grandes y/o muy industrializadas. Se aplicaron un par de leyes, disminuyeron (más por los naturales avances tecnológicos que por la legislación) las emisiones tóxicas de motores y fábricas y adiós, el problema prácticamente desapareció (no sin antes haberle dado de comer a unos cuantos por bastante tiempo), por lo menos a esos niveles de dramaticidad.

Pero antes de eso a mí, niño que era, ya me sonaba medio raro. Cuando me fui enterando del asunto, quedé pasmado. ¡¡¡Nos vamos a quedar sin aire!!! ¡¡¡Qué mierda voy a respirar cuando sea grande!!! Sin embargo, poco después, supongo que tras haber viajado por primera vez en avión o algo, me empecé a hacer preguntas bastante obvias. Como ser: ¡Eh! Si uno sale de la ciudad donde vivimos apiñados, ve que entre ciudad y ciudad hay kilómetros, y kilómetros, y kilómetros de campo o desierto o montaña o lo que sea, y eso sin contar los océanos. ¿Las ciudades no son una superficie insignificante, a escala planetaria? Y si el smog está en las ciudades, ¿el aire no tendría que ser ya un veneno mal acá en Avellaneda, como para que el poco tiempo no se pueda respirar ni en altamar? Y yo respiro lo más bien todavía…

Antes de que pudiera develar la incógnita, el tema pasó a quinto plano, y recién me acordé de aquellas precoces dudas mías cuando empezó a saltar el Agujero de Ozono, perdón, digo: el Calentamiento Global, perdón, digo: el Cambio Climático Antropogénico.

Una vez hice un cálculo. La especie humana, si amontonada, tipo mitín (4 personas por m2, según el cálculo estándar) cabe en la superficie de la Provincia de Tucumán. Sí, y lo que es más: cabe trece veces. Y todavía sobra un cacho, eh. Haced el cálculo vosotros mismos, hijos míos, si de mí dudáis.

No tenemos conciencia, porque vivimos un poquito como amuchados, pero a escala planetaria no somos nada. Un musguito. Menos. Apenas sí existimos. Me resisto a creer que podamos tener la menor influencia sobre el clima a nivel global. Por más actividades que emprendamos. Simplemente no-damos-la-talla.

Desde ya que la podemos cagar. A nivel local. Podemos estropear nuestro entorno inmediato; y vaya si lo hemos hecho. Podemos, si le ponemos ganas, lograr que el Riachuelo sea un verdadero asquete. Y hasta que el Río de la Plata dé un poco de cosa. Pero ya el Atlántico, sepámoslo, se nos caga bien de la risa, me temo.

¿Y por qué tanto ruido con el CC, entonces? ¿Sospecho de una cospiración internacional? Nah. Ni hace falta. Alcanza con que un tema tenga prensa y se ponga de moda. Lo vemos mil veces. La gente le tiene miedo al terrorismo, a los pibes chorros, a la gripe A, y la gente es la que consume noticieros, y la gente es la que vota, entonces el periodismo se ocupa de ello, y los políticos se ven forzados a ocuparse, y las empresas que quieren mantener su imagen, y los científicos que reciben fondos del Estado y de las empresas; y de mil cuestiones mucho más decisivas pero sin prensa (como el Chagas, o ¡las bañeras, gran flagelo que se cobra miles víctimas que se resbalan cada año!) se ocupa Magoya. Un círculo que se retroalimenta. Y bué.

Toda la puta cuestión del CC, si llegáremos a tener razón los negacionistas, sería sumamente dañina. Se dedican inapreciables recursos que podrían destinarse a problemas reales (como ser en nuestro caso, ya que lo mencioné, el Riachuelo). Pone trabas al desarrollo donde más necesario es (andá a recibir un crédito del Banco Mundial para cualquier cosa que emita un poquito de carbono -o sea, para cualquier desarrollo industrial o energético real-, hoy por hoy). Genera unos negocios más turbios que (ya que lo mencioné) el agua del Riachuelo… ¡los bonos del carbono, los dioses sean loados! Y unos largos etcéteras.

Antes de que alguien me crea pago (¡ojalá alguien me pagara por estas boludeces que escribo por estar de vacaciones y al pedo!) por las corporaciones, declaro solemnemente que si por mí fuera, expropiaría a todas las petroleras ya mismo y que vuelva la YPF estatal. Así de derechoso soy.

A mí me resulta más bien derechosa toda esta cosa climática. Porque entonces la culpa, en mayor o menor medida, la tenemos todos. Hay sólo culpables: grandes, sí, y pequeños culpables, pero culpables todos al fin. Cada vez que me tiro un pedo o respiro estoy contribuyendo. Cada vez que prendo la luz o tiro la cadena. No una cofradía de grandísimos hijos de puta: es la especie humana in toto la responsable de todos los males. Pero que se vayan a cagar.

Y por cierto: si éstos son la izquierda según la historieta esa, yo soy Mao-tsé Tung, mirá. ¡Aguante Dee Snider!

Otrosí: los (perdón) alarmistas usan algunos métodos que me resultan bastante sospechosos. ¿En qué se basan para predecir que si seguimos así en tantos años vamos a estar no sé cómo? ¿En modelos y simuladores informáticos? Ah, ¿sí? ¿Alguna vez alguno de ustedes vio uno? A mí me parecen herramientas muy útiles para comprobar si en teoría, planteando una versión matemática ultra mega giga simplificada de un escenario tal, podría ser que la cosa funcionara de tal o cual modo. Punto. Cómo evolucionarían los seres vivos si… si los seres vivos fueran unos triangulitos; pero cargale toda la información genética y todas la variables efectivas de un ecosistema real, y no habrá la recontrasúper computadora que te pueda arrojar un resultado prelim inar en menos de 500 milenios. No jodamos. El clima es algo terriblemente complejo que recién empezamos a comprender; y tocando cualquier variable, aun a nivel infinitesimal, un simulador va a dar lo que se te cante. Las simulaciones servirán para poner a prueba consistencias internas de una teoría; pero para predecir hechos del mundo real, pindonga. Y cuando me quieren correr con eso, con titulares catastróficos basados en algo tan endeble, ya empezamos mal; ya, como decía El Carpo (Q.E.P.D.): desconfío.

Los gritos de condena hacia la especia humana y sus espantosos e irredimibles actos que desencadenarán el Apocalipsis siempre me suenan más a Antiguo (y/o Nuevo) Testamento que a ciencia de la científica.

Bueno, ya tecleé más que demasiado. Hacía mucho que necesitaba hacer catarsis con esto, se ve; y la ligaron acá. Perdón. Abrazos.