Hay ciencia y pseudociencia en Harry Potter. En Hogwarts la magia se enseña de una manera 100% científica. Hay reglas, leyes, patrones, regularidad. Equivocate con los ingredientes de una poción, y a lo mejor la sacás barata con que Snape te humille en frente de todos, también podés volar por los aires. Mi personaje favorito de toda la saga es Hermione Granger (y conste que ya lo era mucho antes de que Emma Watson la interpretara en la pantalla grande ) justamente por su escepticismo. Aún dentro de un universo ficcional lleno de acontecimientos extraordinarios y sorprendentes, hay espacio para el magufismo y la credulidad, representados por Luna Lovegood y en menor medida por su padre, Xenophilius. Ellos creen en toda clase de criaturas, leyendas y hechos inexistentes y demasiado tirados de los pelos incluso para los propios magos. La figura de Hermione (la alumna más inteligente y brillante del colegio) aparece claramente contrapuesta por su racionalidad.
Y sí, soy un geek de Harry Potter desde hace 12 años, no me queda otra que admitirlo