La secta Opus Dei acusada en Francia

Muy interesante.

Recién estoy aprendiendo qué es el Opus Dei.

La gente en general es muy fácil de influenciar.

Habría que darle a todo el mundo alguna vacuna anti lavado-de-cerebro, aunque sea una dosis mínima para salir a la calle y que no los chamuye cualquiera.

Un día vi una película de sectas, y cómo un tipo le des-lavaba el cerebro a un muchacho.

Ese día me pregunté si yo mismo tenía una mente fácil de influenciar, como esos que andaban todos sometidos en la secta.

Esa película no sólo me protegió de caer en cosas como la Iglesia Universal, sino también agrupaciones católicas como los Carismáticos.

Más tarde creo que sirvió también para identificar a los elementos lava-sesos de la religión oficial mismo, ayudando a mi descatolización.

Al reconocer uno cuáles son los factores que te arrastran a ser marioneta espiritual, es cuestión de tiempo advertir esos mismos factores en la religión de uno mismo.

De ahí a dejar la religión hay «un» solo paso.

Así que, digo yo, me parece que antes que fomentar el pensamiento escéptico y racional,

es más urgente instruir a la gente en el reconocimiento de «trucos» comunes de manipulación, poner al público en alerta.

El temor a «ofender a Dios» cala hondo, y se inculca eso como arma para manipular a los demás.

Manteniendo a la persona en un estado de temor o culpa permanente, y haciendo creer que tales o cuales acciones son necesarias «para no ofender a Dios», se termina sometiendo a los individuos, y volviendo sus vidas miserables.

Hay otros «aprietes» encubiertos cuando estás en el ambiente. Por ejemplo, ¿qué pasa si se ofende el cura? ¿Qué pasa si se ofende la señora tan devota esa que siempre dirige la oración del Rosario, o la que le acerca el cáliz al cura?

O bien: amenaza con pérdida de ciertos privilegios, o amenaza de exclusión del grupo, o lo que se te ocurra.

Todo vale a la hora de asustar. Entre sustos y sotanas, los lazos religiosos se mantienen sólidos.

Si te asusta dudar de Dios, al menos no temas en dudar de sus representates en la Tierra: todos son aprovechadores non-santos.

Es muy fácil discernir: si es de carne y hueso, entonces es corrupto.

Y cuando sólo queda Dios, y el resto desaparece, resulta que Dios es algo tan neutral que ni siquiera importa si existe.

Porque Dios existía sólo como instrumento de otros humanos para manipular tu voluntad.

Ese es mi mensaje «espiritual» como buen saibaba que soy, jaja.