Legalizar tampoco es la última palabra.
Hay que investigar el delito.
Y no hay que hacerse el boludo con la complicidad policial.
La trata existe «gracias» a la permanente colaboración de la policía.
La policía es cómplice directa y corresponsable de la trata y el proxenetismo.
Una ley, medida o acción del gobierno que no salga a cazar policías, nunca me la voy a creer.