Lo que necesitamos es un ejército.
Para eso tenemos que ser muchos, tener un discurso consensuado en los puntos importantes, coherente y sólido, y salir a romper las pelotas por cuanto blog, foro y página web haya por ahí.
Puede ser divertido. No es justo que sólo se escuche siempre la voz de la estupidez.