Re: ¡La religión vive! Ahora: María Livia

Y claro que van a seguir creyendo, pero es que es la única manera de rebatir estas cosas a las personas que las pregonan.

No digo lograr que dejen de creer, pero sí que dejen de joder por lo menos.

Fijate que la Iglesia Católica también tiene ciertos criterios para aceptar si algún fenómeno es realmente un milagro «certificado» o no.

Hay quienes creen incluso aunque la Iglesia oficial lo niegue.

De todas maneras, a lo que voy es que, si esos milagritos pierden fuerza, el asunto se va a calmar un poco.

A estas allturas de mi vida no estoy de humor para oír estas cosas.

Pero tampoco quiero caer en esto de discriminar o descartar relaciones de amistad sólo por cuestiones de creencias o de política.

Es algo que cada vez me cuesta más sobrellevar. Hay gente más «ubicada» que deja sus creencias en casa, y no rompe las pelotas con eso.

Bueno, no sé si el tema es tan problemático como lo hago sonar.

A lo sumo me enojaré un rato, como un buen ateo cascarrabias.

Pero, más allá de mis asuntos personales, que sabré sobrellevarlos de algún modo u otro,

pienso que hay que estar mejor informados sobre estas cosas y tener una posición no sólo firme, sino rebatir abierta y claramente a las personas que nos rodean, al menos en aquellos puntos que son contrastables empíricamente.

Que hay apariciones de vírgenes y demás cosas es algo que no podemos contrastar: le creemos o no le creemos.

Pero los milagros, que son el principal motor de atracción, y que encima coincide con algo que uno puede refutar yendo a los hechos, es un elemento interesante a rebatir con pruebas, con hechos.

No sé bien qué puedo hacer yo al respecto.

Pero opino que uno no puede conformarse o quedarse sólo en las palabras.

Si no, uno queda como un cascarrabias incrédulo, y nada más.